En este artículo hablaremos del bull run, qué es y los posibles escenarios en los que Money On Chain puede responder en estas circunstancias.
En el mundo de bitcoin y las criptomonedas, la tecnología es vista inicialmente como una oportunidad de inversión. Como resultado, varios términos provenientes de wall street tales como bear market, bull market, buy/sell, market cap y bull run, se usan para describir condiciones de mercado.
Recientemente, los analistas señalan cada vez más asiduamente, que se espera una nueva corrida alcista o bull run de Bitcoin en los próximos meses, tras el evento del halving. Esto se debe, entre otras cosas, a la posible repetición de los ciclos observados anteriormente.
A modo de definición breve, podemos decir que un bull run o corrida alcista es un período en el que la mayoría de los inversores están comprando, la demanda supera la oferta, la confianza del mercado es alta y los precios están subiendo (pueden durar semanas o meses).
En este sentido, decimos habitualmente que Money On Chain puede resultar particularmente relevante para los inversores a largo plazo (hodlers) que creen en el potencial de Bitcoin y están dispuestos a conservar sus inversiones a pesar de las fluctuaciones del mercado a corto plazo.
Money On Chain tiene muchas variables a considerar, pero respecto a la performance de BPRO sobre bitcoin, en general se dan 3 escenarios a tener en cuenta en un bull run:
Los escenarios propuestos puede decirse que se dan en el vacío, es decir, son teóricos pues las variables tenidas en cuenta son justamente eso, variables y no se sostienen en el tiempo. Pero nos sirven para ilustrar el comportamiento del modelo y qué esperar del mismo.
Si necesitas mayor detalle sobre el funcionamiento del modelo puedes leer el siguiente artículo Conociendo en profundidad Money On Chain.
En este primer escenario suponemos que la emisión de DOC tokens se mantiene en cantidades mínimas respecto al máximo posible de acuerdo a la cantidad de BPRO emitidos (colateral).
Lo que sucede en este escenario es que al haber mucho colateral frente a la cantidad de DOC tokens emitidos, la cobertura global se mantiene alta y debido a esto el apalancamiento del BPRO está en niveles bajos. De esta forma la performance del BPRO (porcentaje de diferencia respecto de bitcoin) tiende a ser menor.
En un bull run, el precio de BPRO aumenta más que el de bitcoin, pero suavemente.
Para el segundo, suponemos que el nivel de emisión de DOC tokens está por la mitad de la cantidad máxima.
Estas condiciones hacen que la cobertura global sea menor al escenario 1 aunque todavía mucho mayor que el colateral de otras stablecoins. Esto se refleja en que el apalancamiento es mayor, propiciando el aumento de la performance de BPRO respecto a bitcoin.
En un bull run, el precio de BPRO crecerá más rápido que en el escenario anterior.
El último caso, la emisión de DOC tokens cerca del máximo posible (respecto a la cantidad de tokens BPRO emitidos) implica que hay muchos DOC que necesitan ser estabilizados, con lo cual la volatilidad cedida a los BPRO es mayor. De esta forma baja la cobertura global porque hay menos colateral por cada DOC y el apalancamiento aumenta.
Un eventual bull run hará que el precio de BPRO despegue con fuerza del de bitcoin debido al apalancamiento lo cual también se verá reflejado en la performance de BPRO.
Los early adopters se verán beneficiados en el próximo bull run. Más allá de esto y de las condiciones en las que esté el protocolo, apostarle unos sats al BPRO antes de un bull run parece ser una decisión que te ayudará a descansar mejor por las noches.
